LAS SIETE EMOCIONES

Las emociones pueden ser causantes de patologías, desde el punto de vista de la medicina china atribuye a  siete emociones como las causas internas de la enfermedad, estas son  la alegría, la ira, la melancolía, la angustia, la tristeza, el temor y el susto.

 

La alegría es un factor saludable, pero una experiencia intensa y prolongada de alegría excesiva perjudica el corazón y se transforma en una causa patógena endógena (interna).  Una alegría inmensa agota la energía del corazón. También podemos considerar el aspecto oscuro de alegría, ya que una alegría que deriva del perjudicar a los demás es una alegría negativa y por tanto patógena.

 

La ira perjudica el hígado, cuando una persona se enfada, excita su fuego de hígado (o sea, su hígado funciona en exceso), palidece y le tiemblan las piernas. La ira origina un aumento de energía que puede provocar una distorsión de la visión, dolor de cabeza, mareos y vómitos de sangre. Según la concepción de la medicina china, el hígado regula el flujo sanguíneo y está relacionado con el corazón. Por eso, una persona que se enfada fácilmente es propensa a sufrir enfermedades cardíacas.

 

La melancolía perjudica el pulmón. Cuando uno se preocupa demasiado y sufre un exceso de melancolía, es posible que pierda el apetito, tosa y vomite, que sufra de estreñimiento y de insomnio, y que tenga dificultades sexuales; está abatido y se bloquea el flujo de energía. Las personas melancólicas o las que de repente se ven expuesta a una gran preocupación sucumben fácilmente a enfermedades pulmonares.

 

La angustia perjudica al bazo. Cuando uno piensa demasiado o es ansioso en exceso, los sistemas del bazo y del estómago se verán afectados. Se le congestiona la energía y el sistema digestivo y el de absorción le funcionan mal, lo cual le provoca pérdida de apetito, flatulencia en el pecho o el abdomen, dolor de cabeza y mareos, insomnio y amnesia. Por lo tanto, cuando uno está ansioso, pierde las ganas de comer.

 

La tristeza perjudica tanto el corazón como el pulmón. Demasiada tristeza hace que uno pierda el entusiasmo y la confianza en la vida; estresa el corazón y agota la energía. El paciente no tiene apetito, puede que tenga tos, no puede dormir y tal vez pierda sangre en la orina.

 

El miedo perjudica los riñones; hace que la energía disminuya y se agote, y puede provocar una pérdida del control de las heces y la orina, diarrea involuntaria, polución nocturna, convulsiones y trastornos mentales.

 

El susto perjudica el espíritu y el corazón; dispersa el espíritu y malgasta la energía, y puede provocar graves palpitaciones, insomnio, falta de concentración, convulsiones, pérdida de la conciencia y trastornos mentales. El susto también perjudica la vesícula y el riñón.

 

Tomemos conciencia de cómo cada emoción afecta a los diferentes órganos de nuestro organismo. Debemos regular estas emociones, lo malo no es sentir la emoción un momento sino que esta emoción perdure durante el tiempo causando patologías diversas en nuestro organismo debilitándolo y desequilibrándolo.

Os deseamos una feliz entrada en el nuevo año a todos!! Feliz Navidad y 2016!

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